¿Cómo nos afecta el estrés?

El estrés...

Todos hemos oído hablar del estrés, e incluso muchos hemos mencionado alguna vez que estamos “estresados”, pero para empezar: ¿qué es el estrés?
El estrés es una reacción corporal a un desafío o demanda que provoca una tensión física o emocional. La causa puede ser cualquier situación o pensamiento que te hace sentir frustrado, nervioso o furioso.

En lapsos pequeños puede ser positivo, por ejemplo cuando te ayuda a evitar o confrontar el peligro. Sin embargo, como todo, en exceso es dañino y puede incluso afectar tu salud.

Las etapas del estrés
 ¿Cómo afecta cada tipo de estrés?
  • Hay estudios que demuestran la relación entre el estrés con enfermedades del aparato digestivo, cáncer, enfermedades cutáneas y problemas cardíacos.
  • Con el estrés aparece a menudo la inseguridad y el sentimiento de indefencion  (siempre tiran la toalla puesto que creen, o realmente no puede, hacer nada).
  • El estrés puede producir ansiedad y depresión.
6. El loco acelerado:
  • Pie constantemente en el acelerador del estrés; al borde de ser work-alcoholic.
  • Todo necesita el 110% de esfuerzo, independientemente de su prioridad e importancia.
  • Está siempre dos pasos por delante de todos, incluso de si mismo.
  • Habla rápida; interrumpe frecuentemente los demás.
  • Largos periodos de fatiga después de esfuerzos intensos.
  • Estado general de turbulencia emocional.
  • Tiene dificultad en apagar los pensamientos.
  • Siempre esta a 1000 de preocupación, pero raramente con resultados “constructivos”.
  • Frecuente ansiedad sobre el futuro y angustias por el pasado.
  • Crea problemas que no existen y convierte los pequeños en cuestiones de vida o muerte.
  • Recuperación lenta de situaciones altamente estresantes.
  • Dolores de cabeza por tensión.
  • Vive al limite, con un estilo de vida de indulgencia y auto-abuso.
  • Tiene hábitos de salud y alimentación muy malos (fuma y/o bebe en exceso, usa tranquilizantes y estimulantes, antiácidos, etc.).
  • Candidato para un ataque de corazón en sus 30 o 40 años.
  • Tiene una gran variedad de molestias o enfermedades (migrañas, artritis, nauseas).
  • A menudo obeso; no consigue mantenerse en un programa de ejercicio y/o dieta.
  • Tiende a desperdiciar su energía en muchas opciones o actividades.
  • En perpetua “crisis de media edad”.
  • A menudo insatisfecho, siente que algo está seriamente faltando en su vida.
  • Duda que existan objetivos y satisfacciones en su vida.
  • Siente como que esta imposibilitado en convertirse en la persona ideal que quiere ser.
  • Se siente solo, a menudo insatisfecho en las relaciones.
  • Puede sentirse incomodo con los demás, aunque a menudo lo camufla tras una sonrisa.
  • No sabe como establecer relaciones de confianza con la gente.
  • Se siente solo en manejar preocupaciones y cargas.
  • En el lugar de trabajo no se siente integrado.
  • Constantemente en crisis de energía.
  • Su energía a menudo se desvanece antes del medio día. 
  • Frecuentes dolores musculares y en los lumbares.
  • A veces deprimido. 
  • Siente que cualquier actividad es demasiada cosa para hacerla.
En conclusión…
Referencias bibliográficas: 
En 1956, Hans Hugo Bruno Selye (nacido Selye János,1907-1982) fisiólogo y médico, teoriza que la respuesta de estrés consta de tres fases distintas:

1. Alarma de reacción: Empieza justo después de ser detectada la amenaza. En esta fase aparecen algunos síntomas como baja temperatura corporal o un incremento de la frecuencia cardíaca.

2. Resistencia: El organismo se adapta a la situación pero continúa la activación aunque en menor medida respecto la etapa anterior. Si la situación estresante se mantiene en el tiempo, la activación acaba por sucumbir porque se consumen recursos a una velocidad mayor de la que se generan.

3. Agotamiento: El cuerpo acaba por agotar recursos y pierde gradualmente la capacidad adaptativa de la anterior fase.

Ahora que ya sabes qué es el estrés, cabe mencionar que hay distintos tipos de estrés:
1. Estrés positivo.
2. Distrés
3. Estrés agudo.
4. Estrés agudo episodico
5. Estrés crónico.
6. El loco acelerado.
7. El señor preocupación .
8. El "va en picado".
9.  El a la deriva .
10. El solitario.
11. El devilucho.
1. Estrés positivo:
Este estrés hace que la persona afectada esté motivada y con mucha más energía, un buen ejemplo sería una competición deportiva donde los participantes deben tener un punto de vitalidad para poder salir victoriosos. Este estrés está asociado con emociones positivas, como la felicidad.

2. Distrés:
Cuando padecemos distrés anticipamos una situación negativa creyendo que algo nos va a salir mal, lo cual genera una ansiedad que nos paraliza por completo.
También llamado estrés negativo, nos desequilibra y neutraliza los recursos que en situaciones normales tendríamos a nuestra disposición, lo cual acaba por generar tristezaira, etc.

3. Estrés agudo:
En el caso del trastorno por estrés agudo, las personas han atravesado un evento traumático, experimentado directamente o indirectamente . Las personas tienen recuerdos recurrentes del trauma, evitan los estímulos que les recuerdan el trauma y aumentan su estado de alerta. Los síntomas comenzarán en las 4 semanas siguientes al episodio traumático y durarán un mínimo de 3 días pero, a diferencia del trastorno por estrés postraumático, no duran más de 1 mes. Las personas que experimentan este trastorno pueden presentar síntomas disociativos.

4. Estrés agudo episódico:
Aparece en personas con exigencias irreales, tanto propias como provenientes de la sociedad.
Son personas que se muestran irritadas y beligerantes, aparte de tener una angustia permanentes a causa de que no pueden controlar todas las variables que les exigidas. Otro síntoma de las personas que sufren estrés agudo episódico es que siempre están preocupados por el porvenir.

5. Estrés crónico:
Sin lugar a dudas es el tipo de estrés es el más grave, con unos resultados destructivos severos para la salud psicológica de la persona que lo padece. Las personas que lo sufren diariamente presentan un desgaste mental y físico que puede dejar secuelas durante toda la vida. La persona no puede cambiar la situación estresante, pero tampoco puede huir, sencillamente no puede hacer nada.
La persona que tiene este tipo de estrés muchas veces no es consciente de ello, pues lleva tanto tiempo con ese sufrimiento que ya se ha acostumbrado. Incluso les puede que les guste ya que es lo único que han conocido y no saben o no pueden hacer frente a la situación de otra forma, a causa de esto es normal que rechacen la posibilidad de tratamiento pues se sienten tan identificados con el estrés que creen que ya forma parte de ellos.


7. El señor preocupación:

8. El "va en picado":

9. El A la Deriva 

10. El Solitario 

11. El devilucho:

La aparición del estrés puede suponer graves problemas en el futuro si no se combate adecuadamente, por tanto es necesario buscar tratamiento y aprender herramientas prácticas para afrontarlo. Acudir a un psicólogo clínico puede ser clave para aprender a gestionar las emociones y sensaciones negativas asociadas al estrés.No todos nos estresamos de la misma manera. Pues, el Tipo de Estrés revela un patrón de comportamiento ineficiente en la gestión del estrés y por lo tanto indica de qué manera específica una persona es más vulnerable al estrés. Por ejemplo, si tu Tipo de Estrés es el Loco Acelerado, aprender a relajarte como primera medida de control del estrés es contraproducente, ya que solo la idea de “decelerar” tus ritmos te crearía aun más ansiedad; aclarar valores y objetivos es la intervención más eficaz en este caso. Así mismo, una alimentación energética si tu Tipo de Estrés es el Sr. Preocupación solo representaría “más energía para tus preocupaciones”; la relajación sería la habilidad más apropiada para ti. Pues, como ves, por donde empiezas tu viaje hacia un mejor bienestar es muy importante y puede determinar su éxito o fracaso ya después de poco camino.

Referencias:


  • Brugnera, A; Zarbo, C; Adorni, R; Tasca, Giorgio A. ; Rabboni, M y Bondi, E et al. (2017): Cortical and cardiovascular responses to acute stressors and their relations with psychological distress. International Journal of Psychophysiology, 114, pp.38 - 46.

  • Peiró, J. M. (1993). Desencadenantes del Estrés Laboral. Madrid: Eudema.

  • Persson, P. B. y Zakrisson, A. (2016): Stress. Acta Physiologica, 216(2), pp. pp.149 - 152.

  • Selye, H. (1975). Stress and distress. Comprehensive Therapy, 1, pp. 9 - 13.

  • Soria, B., Caballer, A. & Peiró, J.M. (2011). Consecuencias de la inseguridad laboral. El papel modulador del apoyo organizacional desde una perspectiva multinivel. Psicothema, 23 (3), pp. 394 - 400.

  • Zach, S., & Raviv, S. (2007). The benefits of a graduate training program for security officers on physical performance in stressful situations. International Journal of Stress Management, 14, pp. 350 - 369

  • El estrés y su salud: MedlinePlus enciclopedia médica 

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